La contemplación libera

Ese rostro me consolará de los miserables minutos que tengo que vivir en un transporte público; suprimo el mundo alrededor de esta sombría cara angélica. Nada puede ofenderme: la contemplación libera; está ante mi como un país desconocido; sus párpados son los bordes asolados de un mar; dos confusos lagos se adormecen en las fronteras de las cejas.

Le Désert de l`amour, François Mauriac.

Muchas gracias, Mariela, por tu aporte.




Foto: François Mauriac.

2 comentarios:

Kluivert dijo...

Muy groso lo de Franco.

MAX Y LULA dijo...

Este texto me recuerda a otro, a ver si adivinas de dónde lo saco:
"Se dijo: cuando el asalto de la fealdad se vuelva completamente insoportable, compraré en la floristería un nomeolvides, un único nomeolvides, ese delgado tallo con una florecita azul en miniatura, saldré con el a la calle y lo sostendré delante de la cara con la vista fija en él para no ver más que ese único hermoso punto azul, para verlo como lo único que quiero conservar para mí y para mis ojos de un mundo al que he dejado de querer." Salud :-)