Cartas

Nos llegó una colaboración particular, ya que se trata de un fragmento de una carta.
Decimos particular por algunas razones; por ejemplo, que creemos que el espíritu de los que escriben cartas no es que se publiquen en algún sitio para que el mundo las vea, sino simplemente que las lea el receptor; por otra parte, no tenemos sección pertinente para ubicarlas. Este segundo problema es de fácil solución: hay que crearla. Pero el primero implica una cuestión de tipo moral, que consideramos una particularidad que merece ser pensada.

Un buen ejemplo para demostrar lo que nos pasa con esto sale de una anécdota que refirió Arturo Parrilla mientras conversábamos de este tema.
Él, gran fanático de Oscar Wilde, en plan de comprar todos los libros del autor inglés que encuentre, adquirió uno que desconocía por completo: De profundis.
Como se imaginará, tomó como un tesoro una obra desconocida por él del escritor que más admira; sin embargo, grande fue su pena cuando descubrió que el libro no era otra cosa que una carta que Wilde había escrito, desde prisión, a un amado Lord Alfred Douglas. Incluso, en la misma carta, Wilde le pide por favor a Douglas que no la use para ganar dinero, que no la publique. Ya vemos cuánto le importó ese pedido.
Según nos contó Arturo, cuando vio de qué trataba De profundis, no sabía si leerlo o no, ya que sentía estar violando la privacidad de Wilde si lo hacía.
Finalmente leyó la carta por completo, con culpa, pero la leyó.

Algunos dicen, sin problematizar demasiado, que si se trata de cartas de personas que murieron hace un buen tiempo, no tiene mayor sentido experimentar culpa alguna leyéndolas.

Nosotros, por nuestra parte, seguimos sin ponernos de acuerdo sobre este asunto. Nos limitamos, hasta que lo consigamos, a compartir fragmentos de cartas, pero con culpa. Podría decirse que es similar a la culpa que Homero sintió mientras, llorando, se comió a su amiga Tenazas, la langosta.

Queda presentada, de este modo, una nueva sección de nuestro blog: Cartas. Los invitamos a leer su inauguración: Pájaro enjaulado.

4 comentarios:

Kluivert dijo...

Son unos violadores de la intimidad de las personas (?). No se justifiquen con un guitarreo barato (?).

MAX Y LULA dijo...

¿Un fanático de Wilde que no conocía De Profundis? Bueno, sí, es una carta, pero de unos cuantoooooos foooolios. Todo lo que le dio tiempo a escribir a Wilde mientras estuvo en prisión. Yo lo veo más como un diario. Salud.

LA CARICATURA EXISTENCIALISTA dijo...

el pajaro en una jaula, supongo que Tito tiene algo de eso, y todos nosotros, humanos, algo de eso, tambien, supongo

saludos de Tito!, la Caricatura Existencialista!

Anónimo dijo...

Con respecto a los emails, que son como cartas pero del futuro, yo no sólo no leo los destinados a otros sino tampoco los que son Para Mí.