¡Una mujer casada, entonces! Y bien, no hay nada en el mundo como la devoción de una mujer casada. Es algo que ningún hombre casado conoce.
El abanico de lady Windermere, Oscar Wilde.
Una mujer casada
Etiquetas: Libros
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario