Eso es lo peor de las mujeres. Siempre quieren que uno sea bueno. Y, si somos buenos, cuando nos conocen no se enamoran de nosotros en absoluto. Les encanta encontrarnos como unos malvados irrecuperables y abandonarnos como unos buenos para nada deseables.
El abanico de lady Windermere, Oscar Wilde.
Lo peor de las mujeres
Etiquetas: Libros
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