La pura verdad

A veces, cuando nos perdemos en el miedo y la desesperación, en la rutina y la constancia, en la desesperanza y la tragedia, podemos agradecerle a Dios por las galletas de azúcar. Y felizmente, cuando no hay galletas, podemos hallar sosiego en una mano familiar sobre la piel o un gesto amable y cariñoso, o sutiles estímulos, o un abrazo amoroso, o un ofrecimiento de consuelo. Sin mencionar las camillas de hospital y tapones para la nariz. Un panecillo sin comer y secretos susurrados, y tal vez un libro de ficción ocasional. Y debemos recordar que todas estas cosas, los matices, las anomalías, las sutilezas, que suponemos accesorias en nuestras vidas, son efectivas para una causa mucho más noble: están aquí para salvar nuestras vidas. Sé que la idea resulta extraña, pero también sé que resulta ser la pura verdad.

Más extraño que la ficción. Guión: Zach Helm. Dirección: Marc Foster. Año: 2006. Más info acá.

Aportó: Florencia.