Fuego brillante

El epílogo de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, titulado Fuego brillante y escrito en 1993, entre otras cosas, cuenta las problemáticas que atravesó el libro para salir a la luz. Las principales trabas para que Bradbury consiguiera publicarlo eran dos: la primera, que él no era conocido; la segunda, la temática del libro, que aborda la quema de libros, la censura, la estupidización del pueblo, los crímenes del progreso. Así las cosas, en ese entonces era prácticamente imposible que alguien editara la obra. Sin embargo...

A continuación, el resto de la anécdota, contada por Ray Bradbury en Fuego brillante:

Mientras tanto, nuestra búsqueda de una revista que publicara partes de Fahrenheit 451 llegó a un punto muerto. Nadie quería arriesgarse con una novela que tratara de la censura, futura, presente o pasada. Fue entonces cuando ocurrió: un joven editor de Chicago, escaso de dinero pero visionario, vio mi manuscrito y lo compró por U$S 450, que era todo lo que tenía. Lo publicaría en los números dos, tres y cuatro de la revista que estaba a punto de lanzar. El joven era Hugh Hefner. La revista era Playboy, que llegó durante el invierno de 1953 para escandalizar y mejorar el mundo. El resto es historia. A partir de ese modesto principio, un valiente editor en una nación atemorizada sobrevivió y prosperó. Cuando hace unos meses vi a Hefner en la inauguración de sus nuevas oficinas en California, me estrechó la mano y me dijo: “Gracias por estar allí”. Y sólo yo supe a qué se refería.

Foto: Hugh Hefner, leyendo su creación.

8 comentarios:

Unknown dijo...

He tenido el gusto de agregar este blog a mis contactos de blogocompas.
Está chingón morros.
Saludos

Anónimo dijo...

Gracias por la invitacion a su blog, buenisimo...

abrazos!

por cierto... de que tipo de textos son los que se pueden entrar.... narracion descriptiva? prosa... digan ustedes


saludos

Comunidad Viabinaria dijo...

Muy buenas

Gracias por la invitación.
Vemos que tienen buenos artículos.
Les deseamos suerte.

Un cordial saludo
Comunidad Viabinaria

Eternauta dijo...

Aflojen con el spam, gracias. Muy lindo Blog (?)

Anónimo dijo...

Que genio este Hugh, es mi idolo!

Anónimo dijo...

Creo que la mejor parte de esa anécdota, es cuando cuenta como fue escribiendo los cuentos originales devenidos en pequeña novela a solicitud de su editor, contando que utilizaba las maquinas de escribir en alquiler de la biblioteca, buscando moneditas para poder pagarlas (algo similar a lo que ahora sería un cybercafé)

Fahrenheit 451 es de mis novelas favoritas. Si tuviese y pudiese aprenderme un libro de memoria, como hacían ellos, sería este mismo.

H.G. dijo...

Gracias por la invitacion. Buen blog.

Jessica dijo...

Buena historia, ojalá halla más editores jugados, dispuestos a apostar, en Chile y en sus provincias especialmente no abundan.
Interesante bolg, estaré a menudo por aquí.