Entonces dijo una mujer: "Háblanos de la alegría y la tristeza". Y él contestó: "La alegría y el dolor son inseparables. Cuando una viene a sentarse a nuestras mesas, recordad que la otra, dormida, está en nuestro lecho. Digo que sólo cuando estás vacío es cuando estás equilibrado".
El profeta, Gibran Khalil Gibran.
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